Misioneros Combonianos en Colombia
Los Misioneros Combonianos cuentan con más de 35 años de presencia en Colombia, colaborando en la animación misionera de la Iglesia local y en el trabajo pastoral, especialmente entre poblaciones afrodescendientes.
Cali
Los Misioneros Combonianos llegaron a Colombia en 1982, como parte de la provincia de Ecuador. Inicialmente, se establecieron en Cali (Valle) con el objetivo de animar misioneramente a la Iglesia colombiana y promover vocaciones a la vida misionera, especialmente a través de la publicación de la revista Iglesia Sinfronteras. En Cali, los Combonianos también asumieron la atención pastoral del Santuario de Nuestra Señora de Fátima en el barrio Granada y la formación de laicos en el centro de retiros creado para tal fin.
Además, dos misioneros combonianos vivieron una presencia de inserción entre los habitantes de una invasión del Jarillón del Cauca, un 90% de los cuales eran de origen afroamericano.
En 2008, después de atender el Santuario de Nuestra Señora de Fátima en el barrio Granada durante más de 20 años, se decidió entregar el santuario a la arquidiócesis de Cali para hacer una experiencia de inserción y evangelización en una comunidad donde la mayoría de población fuera afrocolombiana. Así fue como se llegó a establecer la presencia comboniana en el barrio de Charco Azul, para llevar adelante un trabajo de evangelización y promoción humana desde la capilla María Madre del Buen Pastor.
Bogotá
En 1986, se abrió otra comunidad de animación misionera y promoción de las revistas Iglesia Sinfronteras y, desde el año 2000, Aguiluchos (para niños) en Bogotá. Al año siguiente, 1989, la Dirección General del Instituto decidió establecer un centro internacional para la formación de misioneros combonianos hermanos en el barrio Simón Bolivar de la capital colombiana. Entre los actividades de desarrollo humano promovidas por el centro de hermanos, destaca la Iniciativa Educativa Colectiva Afrocolombiana (IECA), que busca favorecer, a través de la educación y de proyectos productivos, la regeneración de la realidad desde los mismos afrocolombianos.
En 1994, se estableció, en la Cra. 16A de Bogotá, un pre-postulandato y, después, un postulantado para la formación de jóvenes colombianos aspirantes a la vida misionera. Cuando, en 1997, se trasladó el postulantado a la ciudad de Medellín, ese centro se convirtió en sede de la revista y la editorial Iglesia Sinfronteras, que hasta entonces habían permanecido en Cali.
El 1 de enero de 2002, tuvo lugar la constitución de la Delegación de Colombia de los Misioneros Combonianos, como jurisdicción independiente de la Provincia comboniana de Ecuador. Al año siguiente, la sede oficial de la Delegación y del Centro de Animación Misionera (CAM) de Bogotá pasó a su actual ubicación en la Calle 42 nº 13-50.
Con la llegada de nuevos refuerzos de misioneros, en 1992 se vio oportuno iniciar un compromiso pastoral en Aguachica (Cesar) con el objetivo de acompañar a las poblaciones campesinas que vivían abandonadas en una situación de pobreza y miedo ante los grupos armados que hacían presencia en la región. Los Misioneros Combonianos abrieron la parroquia de María Auxiliadora en un barrio periférico de Aguachica, cuyos habitantes eran en su mayoría desplazados de otros lugares por el conflicto armado. En 2006, después de haber levantado las estructuras físicas y pastorales, se entregó la parroquia a la diócesis de Ocaña.
Medellín
La presencia comboniana en Medellín (Antioquia) se inició con el traslado del postulantado de Bogotá al barrio la Pola (Robledo) de esa ciudad en 1997. Desde entonces, la comunidad se ha dedicado a la formación de jóvenes colombianos y a la animación misionera de la Iglesia local.
Tumaco En el año 2004, los Misioneros Combonianos asumieron un compromiso pastoral en Tumaco (Nariño), dedicándose sobre todo al acompañamiento de la población mayoritariamente afrodescendiente, que vive en situaciones muy marcadas de pobreza y de violencia. Desde 2004, atienden la parroquia de la Resurrección, en el barrio el Pindo, y colaboran con las comisiones diocesanas de pastoral afro, catequesis, pastoral juvenil y las Obras Misionales Pontificias (O.M.P.). En el barrio Nuevo Milenio establecieron el Centro Afro Juvenil, una iniciativa cultural y educativa de apoyo para los jóvenes. Además, un comboniano fundó y dirige la Casa de la Memoria, en recuerdo de las víctimas de la violencia en la región.
Altos de Cazucá El P. Franco Nascimbene, misionero comboniano que lleva años viviendo en medio de poblaciones marginadas, se estableció en 2015 en una casa alquilada del barrio El Oasis, en los Altos de Cazucá (Soacha). Allí comparte la existencia con sus vecinos, especialmente los afrodescendientes, ganándose la vida con la producción y venta de leche de soya. Las tardes las dedica a buscar y visitar a las familias afro de la zona, conocida como “el pequeño Chocó”, y a formar grupos de reflexión y oración con ellas.
La presencia de los Misioneros Combonianos en Colombia quiere ser un pequeño signo del Reino de Dios en la proclamación y testimonio del Evangelio con acciones de solidaridad con los grupos sociales más desfavorecidos, con acciones a favor de la justicia y derechos humanos, con la difusión de la conciencia misionera a través de las revistas misioneras, la radio y las visitas a las parroquias.